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5 mujeres con garra que lo dieron todo al ser madres

mujeres con garra

 “Madre” es sinónimo de fortaleza, de autoridad, de lucha y de valores. A pesar de que se ha desvalorizado y nos hemos encontrado a marchas forzadas para regresar el valor que se merece, bien podemos encontrar ejemplos de madres que no han temido a enfrentar obstáculos de ninguna manera y mas allá, se han lanzado al ruedo para ser un vivo ejemplo de lo que significa ser madre. En Catoliscopio, creemos que el ejemplo de estas 5 madres te puede ayudar a reflexionar sobre las duras batallas que libra una madre por sus hijos. Quitaremos las mujeres obvias (como María o la mujer que te dio la vida, estimado lector) para presentarte algo nuevo y que tal vez no conocías:

Emilia Wojtyla

1920, Polonia. La Primera Guerra Mundial por fin había acabado, dejando muchos países de el centro de Europa sumido en ruinas, poca estabilidad económica, e incertidumbre laboral y social. Emilia, de aproximadamente 40 años, vivía una de sus peores rachas: delicada salud, el deceso de su hija y el contexto histórico…al final del camino, una luz, una bendición en su vientre. La mujer sabía que era un embarazo de alto riesgo, tomando especialmente en cuenta su salud y aunque no era legal, le aconsejaron el aborto. Ella se negó rotundamente. Su esposo, capitán del ejército polaco ayudó a criar a el hijo que ella mismo predijo que sería “un gran hombre”. El hijo de Karol y Emilia Wojtyla nació un 18 de mayo de 1920. Sus amigos lo conocían como Lolek. Tu y yo lo conocemos mejor como san Juan Pablo ll.
¡Bravo por la valentía de Emilia! ¡Bravo!

Irena Sendler

El hecho de ser madre conlleva muchas cosas, es darse a la tarea de dar vida y amor a los hijos…inclusive por niños que no son tus hijos. En todo lugar podemos encontrar rayos de esperanza, inclusive en los lugares que menos te lo esperas. Hoy te traigo el ejemplo de Irena Sendler. Sendler fue una enfermera que sirvió en el gueto que los alemanes pusieron para los judíos en Polonia. Ella se solidarizó y trabajó incansablemente por la vida, arriesgando su propia vida para sacar a niños judíos del gueto por cualquier medio que se le ocurría, lo que le valió el apodo de “la madre de los niños del Holocausto”. Dos años antes de que estallaran las bombas atómicas, fue capturada por la Gestapo y enviada a la prisión para presos políticos. Ahí fue torturada inhumanamente, llegando a quebrarle las piernas y los pies en múltiples ocasiones; a pesar de eso, se rehusó a dar cualquier tipo de información que los llevara a los niños. Con la vida de aprox. 2,500 niños judíos salvados, murió el 12 de mayo de 2008. Como curiosidad, era ferviente católica y en su estadía en la prisión, fue liberada secretamente por un guardia de la misma prisión.

Santa Mónica

“Y extendiste tu mano de lo alto y sacaste mi alma de este abismo de tinieblas, en vista de que mi madre, tu fiel sierva, me lloraba ante ti mas de lo que lloran las madres la muerte del cuerpo”, decía el sabio San Agustín en uno de los tantos renglones dedicados a su madre en su libro Confesiones. Santa Mónica es ejemplo, hasta el día de hoy, de una fiel servidora de Cristo y puedes comprobarlo fácilmente si lees los escritos de su hijo: ella lo incitaba siempre a seguir el camino de Jesús, al punto inclusive de correrlo de la casa por tener ideas tan contrarias a la religión. Entre sus mas grandes logros en vida, estuvo la conversión de su esposo (mujeriego, apostador y de mal genio) y de su hijo. Se cree que las lágrimas de su madre ante el Padre, fueron la causa de conversión de san Agustín. La buena voluntad de la madre y su fidelidad a Dios dieron frutos: san Agustín es considerado en nuestra era como uno de los Padres de la Iglesia.

 Julia Stanley

Se puede decir mucho de esta mujer y no por nada son cosas muy negativas: irresponsable, inmadura, un poco infantil y tal vez muchas mas que comiencen con “in-“. Al ver como estaba criando a sus hijos, específicamente a uno, una hermana suya (llamada Mimi) y su esposo pidieron la custodia del niño, la cual fue otorgada por el gobierno de Inglaterra. Años después, volvió a tener contacto con el niño, aunque finalmente decidió dejárselo a su hermana de nuevo. Mas años inclusive después, Julia se encontró con su ahora joven hijo allá por los años 50’s. Pero hay algo que hizo y lo hizo muy bien y fue apoyar a su hijo a pesar de que nadie lo hizo en su momento. Decidió seguir viendolo a pesar de los regaños de su hermana y tiempo después le compró su primera guitarra, enseñándole primero a tocar banjo por sus problemas para aprender los acordes. Cuando el joven decidió dedicarse a la música, su tía Mimi se negó rotundamente e inclusive dicen que se burlaba de el…sin embargo, Julia no lo hizo y lo alentó a que siguiera su vocación a la música, a pesar de que todos veían eso como una locura.
Por cierto, ¿mencioné ya que ese niño era John Lennon?

Laura Bassi

Haré un poco de paréntesis respecto a las mujeres que entregan todo por sus hijos (y aunque no dudo que Laura lo haya hecho de igual manera) la historia de Laura Bassi se centra, entre otras cosas, por ser la primera en muchos ámbitos, como la primera mujer en conseguir un profesorado en una universidad en Europa y de igual manera la primera mujer en conseguir el puesto para estudiar física, además de ser madre. Sus estudios sobre las ciencias van desde la física hasta la medicina, pasando por la historia. El científico Voltaire mencionaría que preferiría incluirse a la Academia de Bolonia que a la de Londres por el solo hecho que en Bolonia tenían a Laura Bassi. La cosa no termina ahí, ya que cuando contrajo matrimonio con un académico de igual manera, tuvo 12 hijos, ni mas ni menos. Fue contemporánea del papa Benedicto XIV, que le apoyó en sus estudios de manera significativa.
Mamás…hasta en la ciencia son significativas, ¿no lo crees?

Fuente: CATOLISCOPIO

 

 

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